El cáncer y los tratamientos oncológicos como la quimioterapia y la radioterapia pueden producir alteraciones y complicaciones en la piel, las uñas y las mucosas, así como la pérdida del cabello y una desmejora del aspecto físico en general.
Como consecuencia, las personas con cáncer suelen ver alterada su imagen, lo que afecta negativamente a su autoestima y su estado de ánimo, ya mermados a causa de la preocupación por la propia enfermedad y el malestar derivado de su tratamiento.
Es por este motivo que en Oncoderm no sólo tratamos los efectos secundarios a nivel cutáneo como consecuencia de los tratamientos oncológicos, sino que nos centramos al mismo tiempo en ofrecer las más avanzadas soluciones dermoestéticas, de forma individualizada, para ayudar al paciente a verse y sentirse mejor.
Gracias al equipo multidisciplinar de Oncoderm, podemos ofrecer una atención específica para cada etapa del proceso oncológico: antes del inicio del tratamiento, durante el tratamiento y una vez éste ha finalizado, tratando las posibles secuelas.
Los cambios físicos producidos por el tratamiento del cáncer y su afectación a nivel emocional no deben menospreciarse, ya que causan una importante pérdida en la calidad de vida de los pacientes y pueden entorpecer o impedir la continuidad de dichos tratamientos.